En la actualidad el estrés y la ansiedad son muy frecuentes en las consultas y cada vez son más personas que se ven afectadas. ¿Por qué? Porque vivimos a un ritmo que cada vez va más rápido (el tiempo nunca es suficiente).
Debido a nuestras exigencias laborales, sociales, tareas del hogar, responsabilidades, tecnología, olvidamos la necesidad del descanso y conexión con uno mismo. Y en consecuencia aparecen síntomas que prevalecen cada vez más, nuestro sistema inmunitario se debilita, hay retención de líquido, atracones, mala digestión, fatiga, entre otros síntomas.
Una de las soluciones, sin medicamentos de por medio, es el Mindfulness. ¿De qué se trata?
El Mindfulness es una práctica en la que se combina meditación y relajación, se viene utilizando hace varios años, pero en la actualidad, a cobrado mucho interés y está muy de moda, debido a que reduce los síntomas físicos, psicológicos asociados a la ansiedad y el estrés, cuidando nuestra salud emocional.
No se trata de una práctica en la que se intenta controlar la mente, sino para despejar y calmar la mente, estar más relajados emocionalmente y más positivos frente a un ritmo de vida cada vez más acelerado. ¿Nuestra mente no para, está pensando en el pasado o en el futuro, pero se preguntaron si están conectados con el presente, aquí y ahora?
Hay varias técnicas que se pueden aplicar a diario para conectar con uno mismo, con el presente, con lo que está ocurriendo en cada momento. En la alimentación por ej. comer de forma consciente, prestar atención a lo que comemos, saborear su textura, masticar, observar su cocción, disfrutar sabores, sentir señales de hambre, saciedad forman parte de esa concentración. Intenten por 5 minutos concentrarse en el momento de comer, van a ver qué difícil es, pero si realizan este ejercicio verán como ayuda a volvernos más conscientes, comerás mas para nutrir tu cuerpo y menos por ansiedad o por impulso.