Una mala alimentación durante la jornada laboral causa pérdidas de hasta un 20% en la productividad,
aumentando las enfermedades crónicas y reduciendo el presentismo y la eficiencia. Por lo tanto,
mejorar el estilo de vida de los empleados contribuye a que las empresas mantengan su nivel
competitivo y optimicen su productividad.
El programa nutricional se planifica según las necesidades y objetivos que requiera la empresa.
Puede constar en, completar una encuesta rápida para identificar hábitos, patologías y
necesidades particulares del personal.
Consultas nutricionales personalizadas, promoviendo educación alimentaria.
Mediciones como peso, talla, circunferencia abdominal, con el fin de identificar posibles
factores de riesgo.
Actividades en conjunto, empresa y trabajadores brindando estrategias para reducir el estrés y
sedentarismo.
Asesoramiento en la cocina de la empresa, planificación de menú acorde a las necesidades de los
empleados.
Planificación y recomendación de alimentos saludables, snacks, refrigerio en reuniones o eventos
empresariales.